Cada 30 de abril se celebra en todas las comunidades de origen celta la llegada del buen tiempo. El momento en que los rebaños podían ser llevados de nuevo a los sanos pastos de las montañas había llegado y el sol ya se deja ver durante mas horas.

Cada comunidad ha ido configurando su particular celebración de este acontecimiento de una manera diferente. En el caso de los escoceses, han llevado al límite el acontecimiento, organizando en Carlton Hill (Edimburgo) una representación escénica en la que intervienen mas de 200 personas y que el visitante puede disfrutar desde dentro.

Cualquiera se puede involucrar en la celebración. Actores y espectadores ocupan un mismo espacio. El fuego, los demonios, los druidas…el vicio, el alcohol, el sexo…todo se funde en un espectáculo lleno de de color y oscuridad, cada 30 de abril, cuando cae el sol.

La diosa del fuego, protegida por sus guardianes azules, abre la procesión que recorrerá la colina durante mas de tres horas, seguida por un séquito de duendes, elfos, y demonios, proporcionando un espectáculo cuando menos curioso, al ritmo de monótonos toques de percusión y que resulta al espectador latino algo aburridos y demasiado largo.

Después de pasar por diferentes estaciones donde aguardan a la Diosa distintos tipos de personajes, la comitiva llega a lo alto de la colina, donde prende la Gran Hoguera de Fuego Sagrado al rededor de la cual todos bailan, se toquetean indecentemente y corren alrededor.

Definitivamente un acontecimiento al me alegro de haber asistido como experiencia, pero que no me parece que vaya a repetir.